¿Que es el VIH?
VIH-SIDA es la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana, producida por un par de virus similares (HIV-1 y HIV-2) ambos comprometen la inmunidad de tipo celular al destruir los linfocitos CD4+ y de este modo aumentan el riesgo de aparición de infecciones y tumores.
¿Qué es el Sida?
El Sida se define por una o más de las siguientes características
- Infección por el virus de la inmunodeficiencia humana que lleva a otras infecciones
- El recuento de linfocitos T CD4 menor de 200/mcL
- Células CD4+ ≤ 14% del total del recuento de linfocitos.
¿Como se transmite el VIH?
Para la transmisión de VIH es necesario el contacto con líquidos como semen, sangre, secreciones vaginales o leche materna, es necesario para la transmisión las siguientes
- Relaciones sexuales
- Uso de agujas o instrumentos contaminados con sangre
- El parto o la lactancia
- Las transfusiones o trasplante de órganos.
El VIH no se transmite por el beso, baño compartido o heces u orina si la piel está sana.
Signos y síntomas del VIH-SIDA
Primeros síntomas o infección inicial por VIH
Inicialmente la infección por VIH suele ser asintomática o producir síntomas transitorios no específicos como:
- Malestar general
- Fiebre
- Fatiga
- Dolor de garganta
- Dolores articulares
- Ganglios inflamados
Infección sintomática por VIH
Cuando el número de linfocitos T CD4 cae por debajo de 200 los síntomas dejan de ser inespecíficos y empeoran hasta desarrollar varias enfermedades que definen el sida.
En la valoración se puede detectar patologías que no son frecuentes en la población general como tumores e infecciones por micobacterias u hongos o se presentan de forma grave infecciones como:
- Herpes simple
- Herpes Zóster
- Neumonía
- Candidiasis vaginal
Diagnóstico de infección por VIH
El diagnóstico de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se realiza a través de pruebas específicas diseñadas para detectar la presencia del virus o sus anticuerpos en el organismo.
Métodos comunes utilizados para el diagnóstico del VIH-SIDA:
1. Pruebas de detección de anticuerpos:
- Prueba de ELISA (Enzyme-Linked Immunosorbent Assay): Esta es la prueba de detección inicial más común. Se realiza mediante la toma de una muestra de sangre o saliva. Si el resultado es positivo, se suele confirmar con una prueba adicional.
- Prueba de Western blot: Si la prueba de ELISA da positivo, se realiza una prueba de Western blot para confirmar los resultados. Esta técnica detecta anticuerpos específicos del VIH en la sangre.
2. Prueba de antígeno y ácido nucleico:
- Prueba de antígeno p24: Esta prueba busca la presencia del antígeno p24 del VIH en la sangre. El antígeno p24 es una proteína que se encuentra en la cápside del virus y suele estar presente en las primeras etapas de la infección.
- Prueba de ácido nucleico (PCR): Detecta la presencia del material genético del VIH en la sangre. Es una prueba más sensible y puede identificar la infección en las primeras etapas, incluso antes de que se desarrollen los anticuerpos.
3. Pruebas rápidas:
- Pruebas rápidas de detección de anticuerpos: Estas pruebas proporcionan resultados en minutos y suelen utilizarse en entornos de atención médica rápida o en entornos comunitarios. Pueden basarse en muestras de sangre, saliva o fluido oral.
4. Auto test de VIH en el hogar:
- Algunos países permiten la venta de auto test de VIH que permiten a las personas realizarse la prueba en casa. Estos kits suelen incluir instrucciones detalladas sobre cómo tomar la muestra y leer los resultados.
Es importante destacar que, después de una posible exposición al VIH, no se puede confirmar la ausencia de la infección hasta que haya pasado un período conocido como ventana inmunológica. Durante esta fase, el cuerpo está en proceso de producir anticuerpos, y las pruebas pueden no ser concluyentes.
La duración de la ventana inmunológica puede variar, pero generalmente se considera de 2 a 8 semanas después de la exposición. Es fundamental buscar asesoramiento médico para comprender mejor el proceso de prueba y recibir orientación adecuada.
Tratamiento para el VIH-SIDA
El tratamiento del VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) generalmente implica el uso de una combinación de medicamentos antirretrovirales (ARV). Estos medicamentos ayudan a suprimir la replicación del virus y a mantener la carga viral del paciente a niveles indetectables.
Hay varios tipos de medicamentos antirretrovirales, y se suelen combinar para formar un régimen de tratamiento eficaz. Algunos de los principales tipos de medicamentos antirretrovirales incluyen:
- Inhibidores de la transcriptasa inversa nucleósidos (ITIN):
- Inhibidores de la transcriptasa inversa no nucleósidos (ITINN):
- Inhibidores de la proteasa (IP):
- Inhibidores de la integrasa:
- Inhibidores de la fusión:
- Inhibidores de la entrada:
Es importante destacar que la selección de medicamentos y la combinación específica dependen de diversos factores, como la salud general del paciente, la resistencia del virus a ciertos medicamentos, la presencia de otras condiciones médicas y la tolerancia individual a los medicamentos.
El tratamiento del VIH-SIDA suele ser personalizado para cada paciente. Además, la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos continúan, y las pautas de tratamiento pueden cambiar con el tiempo. Siempre es crucial que las personas con VIH sigan las recomendaciones de sus profesionales de la salud para su tratamiento específico.